Historias de guerra sucia: El Vallarta post apocalíptico de los otros 10 candidatos

¿Es correcta la estrategia? ¿Acaso no es guerra sucia? ¿Por qué ponderan el lodo y no las propuestas? ¿Realmente vivimos en Vallarta post apocalíptico? Inicia la tercera semana de campaña y ya se les acabaron (¿tuvieron?) las ideas.

 

Los candidatos retadores a la presidencia municipal insultan a Vallarta con sus negros discursos que sólo hablan de un decadente entorno social, económico, político, turístico y moral con tal de hacerse notar y cubrir sus bastas limitaciones humanas y políticas.

 

Discursos baratos cuya palabrería describe que no tienen ni la mínima idea de lo que es Vallarta y su gente.

 

Tres semanas de parloteo, lágrimas y venas desgarradas de los aspirantes a la silla municipal.

 

El tema de presentar un municipio en decadencia es ofensivo para la familia Vallartense, pena dan esas políticas públicas con las que quieren venderse como salvadores.

 

El objetivo es dañar a Arturo, por la preferencia electoral que al día de hoy se suscribe, producto de esa constancia y trabajo que se refleja en la belleza de nuestra comunidad.

 

Esos 10 contrincantes deben entrar al calor de las colonias, que si bien reflejan necesidades naturales, también traen el eco de una Sierra Madre y playa que abriga vidas, sueños, destinos y evolución.

 

En cambio, sólo escuchamos a los candidatos con sus historias sin vida, ante sus ojos, una ciudad paralizada, dividida, destrozada, sumida en el caos; voces y postales que solo reflejan sus dos hormonas quemadas.

 

Vallarta es una bendición para la economía del país, un referente en la que muchos nacionales y extranjeros buscan establecer su economía, vida y sueños. Un huracán turístico de buenos vientos.

 

Que frustrante ver esa falta de compromiso con lo nuestro de aquellos que solo ambicionan el poder.

 

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