Saúl López Orozco, un proyecto que huele a “PAN” de muerto

No es PANista y no se ha acercado a los PANistas; su designación ha causado más distancias que coincidencias, lejos de ser el faro que conceda serenidad, Saúl López Orozco se ha convertido en un ave de tempestades.

 

Vaya, ni siquiera los integrantes de la planilla que él mismo entregó a la dirigencia estatal está conforme con la propia planilla. De ese tamaño el fracaso de su proyecto.

 

Una lista privilegiada por NO PANistas, y en la que hasta madre e hija, devoran las migajas de un pan en descomposición.

 

Sí, existe una fuerte molestia e inconformidad al interior del partido por las decisiones que se tomaron para elegirlo como candidato, pero más por la nula integración de grupos en la planilla edilicia, y peor, a los que ni siquiera ha invitado a sumarse al proyecto.

 

Saúl palomeó nombres que generan extrañeza y confusión al interior.

 

Por si fuera poco, algunos PANistas ya hicieron públicas sus intenciones de dejar al partido por la forma en que se está desarrollando el actual periodo, como Carlos Morales, aspirante a la diputación local en este proceso, o Luis Daniel Canales González, Juez Penal de Control y Juicio Oral, quien manifestó al que esto escribe se retira de un partido que se alejó de todos sus principios para ubicarse en 2021 en la trinchera de los “independientes”.

 

Y habrá más fugas. Esto significa que con Saúl a la cabeza, los PANistas tendrán voto dividido.

 

Por si fuera poco, al conocido luchador social y promotor de la integración LGBT en la ciudad, Héctor Ramírez Betancourt y aspirante a la suplencia de la diputación local, el PAN desechó su aspiración por ser abiertamente gay.

 

Para los PANistas, no es un secreto que López Orozco es un conservador de ultraderecha. Y todo mundo conoce la mente radical de un albiceleste con esas características.

 

Saúl es calificado como un político desatento, que no se ha tomado el tiempo de hacer una llamada para invitar a las cabezas de grupo a “subirse al barco”. Aseguran que “está secuestrado” por una PANista que vive atrapada en la política de los 90´s y un asesor extranjero.

 

“Ni siquiera se ha preocupado por armar su estructura electoral, donde se ocupa un ejército de más de mil para defender el voto” advierten.

 

Por lo pronto, con bajas, desdenes, secuestrado, sin tacto, sin estructura, y una planilla rechazada por sus propios integrantes, el virtual candidato navega por las turbias aguas de la crisis e incertidumbre.

 

Derrotados y divididos, Saúl, encabeza un proyecto que huele a “PAN” de muerto.

 

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