2018: Arturo devoró a 10 candidatos

 

Frente a frente, línea por línea, la conclusión es exacta: El rey Arturo ha devorado a 10 candidatos.

 

La crónica de campaña advierte que desde el inicio de la contienda las convocatorias de Arturo Dávalos son apabullantes, en cambio a los demás aspirantes no se les ha podido ver, ni sentir, poco y nada se sabe de ellos.

 

Y no solo de convocatorias hablemos, certificado está esa falta de cohesión política e identidad social, más su falta de planeación política, carencias personales, estructuras, equipos internos y medios.

 

Nadie podido establecerse como competencia electoral ante Arturo.

 

Laurel, Saúl, Roberto, Enrique, Heriberto, Hernán, Alcaraz, Nene, Pepe y Máximo, los 10 Troyanos que no han demostrado de qué están hechos, duermen, no han sorprendido al respetable, al cada día más exigente electorado.

 

Subir fotos y vídeos a facebook no basta. Así solo demuestran su nula planeación y estéril capacidad.

 

El otro rostro manifiesta la impactante marea naranja que ha bañado Vallarta para sacar adelante la contienda a favor de Dávalos, donde el ánimo social cada día retrata su reelección.

 

El trabajo manda, invita y deriva en el éxito, y este municipio y los Vallartenses están viviendo una elección inteligente.

 

Indiscutiblemente Arturo ha demostrado con trabajo ser un consentido por su gente, como también los partidos oficiales e independientes andan perdidos, y se firman como desconocidos.

 

Destacar que independientemente de su derecho a aspirar, fuera de Máximo Martínez, nadie de los demás contendientes, cuentan con un servicio histórico en favor del pueblo Vallartense.

 

PRI, PAN, MORENA, PRD y anexos, tristemente no manejan nivel de competitividad personal, están a “las caiditas”, a ver que les toca después del 01 de julio.

 

Difícil contienda cuando no se les ve hambre. arrojo, deseo.

 

A Vallarta hay que amarle, respetarle, luchar por representarla y sólo uno ha demostrado tener esa capacidad.

 

Una semana de campaña no define absolutamente nada, pero es una clara postal que solo los ciegos no quieren ver.

 

La profecía social se cumple: El trono municipal tiene dueño, nadie supera al rey Arturo.

 

Comentarios Facebook